• Mar 30, 2019

Huir del silencio, temer al encuentro

  • Lorena Moscoso
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Cuando hablamos de ruido nos imaginamos el sonido de las bocinas, gente gritando o el motor de los micros en nuestro lindo tráfico limeño. Pero hay un ruido más íntimo y constante; el ruido de nuestra mente.

Cuando hablamos de ruido nos imaginamos el sonido de las bocinas, gente gritando o el motor de los micros en nuestro lindo tráfico limeño. Pero hay un ruido más íntimo y constante; el ruido de nuestra mente.


A veces pienso que llenamos nuestra vida de actividades, trabajo,información, ruido, para evitar estar solos con nosotros mismos. Sin saberlo, evitamos que surjan emociones y las embotellamos para no tener que lidiar con ellas. .
En contraste, cada vez más gente intenta más bien encontrar la paz y calma que ya está en nosotros de manera natural, buscándolas a través de la meditación y el yoga. .
“¿Cuándo se supone que voy a encontrar tiempo para relajarme?!”, “20 minutos de relajo solo se lo pueden permitir los que no tienen nada que hacer”, “si no tengo tiempo ni para comer, ¿cómo voy a relajarme?”, “Si yo te contara todos los problemas que tengo”. Típicas preguntas y excusas que hacia yo muchas veces y que no me abandonan del todo (lo acepto).Y sí, hoy en día encontrar 20 minutos para relajar ES UN LUJO.

Estamos envueltos en una confusión, en un espacio en el que dormir poco es considerado un signo de éxito y admiración. En el que no tener tiempo para nada te hace más interesante, exitoso o cool. Pero no hay nada mas falso que esto. Lo único que está asegurado es que así apilas un fardo de enfermedades, estrés y mal humor.

La única manera de que saques ese tiempo para relajarte es que se convierta en tu prioridad. Tu vida depende de ello. Tu sanidad cuelga de eso. Y tu capacidad de ser tu mejor versión está directamente relacionada. A pesar que tengas mil cosas que hacer en el exterior, unos minutos de relajación profunda te pueden abrir la puerta a un lugar tranquilo, de paz y donde no hay juzgamientos. Para ser yogui no tienes que alejarte de la realidad ni de las responsabilidades. Al revés. Para darte el lujo del silencio, es cuestión de poner los pies firmes y ser una guerrera. Luchar por encontrar huecos encajonados de tu agenda y poco a poco, descubrir más tiempo del que creías tener.Comienza a practicar yoga, aunque “no tengas tiempo para nada”. Si en algo vale la pena invertir, es en conocerte,iluminarte con tranquilidad y respirar.

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